¿Alguna vez celebraste el día de la primavera? Seguro que sí. Entonces ¿Por qué pensas que no celebramos el día del otoño?
Quizá tengamos la idea de que es aburrido, que esta pronto a llegar el invierno, los días se acortan y tendremos que quedarnos más tiempo dentro de casa. Y puede ser que esas acciones no nos resulten tan agradables como ver las flores abrirse y planear vacaciones de verano.
Pero ¿qué pasaría si miráramos el otoño y cada estación con otros ojos? ¿Si pudiéramos conectar con la esencia, la belleza, lo sutil y las bendiciones que cada etapa del año tiene para brindarnos?
Te propongo pensarlo y sobre todo ACOMPAÑAR a LAS INFANCIAS a disfrutar y celebrar cada inicio de ESTACIÓN.
¿Por qué?
- Porque es necesario y urgente recuperar la conexión con la naturaleza.
- Porque somos parte de la Tierra y comprender sus movimientos, estaciones, cambios, nos ayuda a tomar consciencia de la unión que tenemos con ella. Y de esta manera respetarla y honrarla desde los primeros años de vida.
- Porque los rituales canalizan energías, brindan posibilidad de crear y expresar; y nos retornan al centro, al equilibrio.
- Porque en un planeta arrasado por humanos egoístas e inconscientes, recuperar las celebraciones naturales es revolucionario.
¿Cómo?
Te cuento algunas ideas
- Pintar mandalas sobre el otoño o créalos con hojas y ramitas secas.
- Escribirle una carta al otoño, agradeciendo.
- Construir un altar con elementos de la naturaleza y velitas.
- Escuchar cuentos (o crearlos) sobre el otoño y la naturaleza.
- Caminata de reconocimiento: salir a caminar observando los árboles y abrazándolos, recolectando hojas, etc.
- Plantar semillas de otoño.
Ahora te invito a compartir en comentarios otras propuestas. Sumemos ideas creativas.
Devolvamos la naturaleza a las infancias.
Yogacharini Bettina Pintos